Después de quince días de vacaciones de Semana Santa aquí estamos de vuelta para hacer frente al último trimestre más raro de mis casi cuarenta años de docencia!
He dormido mal, como me suele pasar siempre a la vuelta de las vacaciones..... pero eta noche hasta el insomnio era raro, me quería planificar, ilusionarme.....y no sabía como hacerlo. Se me bloqueaban las ideas en cuanto era consciente de la situación.
Estos quince días han transcurrido alrededor de casa. Muchas horas de huerta y jardín, muchas horas de cocina, muchas de descanso y lectura, bicicleta... en fin! Durante un día me he dado cuenta que tanto yo como los demás pasamos por muchos altibajos emocionales, siempre hay alguno que está arriba y otro de bajón, así se va compensando las cosas.
También he tenido muchas horas para reflexionar sobre el futuro,el nuestro, el de nuestros hijos, el de la sociedad y algunas cosillas han cambiado en mi ser con esto del "coronavirus".
Una de mis reflexiones deriva en lo mucho que nos cuesta COMPARTIR nuestras penas y nuestras glorias entre nosotros y nosotras. En estos días de puro aburrimiento pasamos el día esperando noticias de alguien que nos entretenga un rato, que nos haga sonreír, preocuparnos, comentar... lo que sea!! Pero sin embargo no somos capaces de compartir algo nuestro que sabemos a ciencia cierta que la gente lo está esperando con ganas. Cada día mandamos un video que ya te había llegado por otras dos o tres fuentes distintas y listo!
Es más, he sido criticada como una "chula" por COMPARTIR alguna foto paseando con mi perro y no solidarizarme con la gente que está metida entre cuatro paredes. Que poco me conocen! Me dolió y me sigue doliendo en el alma.
Después de estas raras vacaciones voy ha seguir COMPARTIENDO con toda humildad mis cositas algunas mejores y otras peores, porque compartir CURA EL ALMA.
Os quiero!
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