Como ya lo he mencionado varias veces, mi hijo Antton es un verdadero artista. Da igual si con hierro o madera, es capaz de hacer verdaderas obras maestras.
Tanto Javier como yo veíamos muy necesario tener un cobertizo para guardar el material que utilizamos en la huerta, puesto que se hacía muy pesado cargar con todo cada vez que íbamos a trabajar.
Aprovechando los palés que el aita ha ido trayendo de su trabajo, hemos realizado una construcción de lo más original.
El resultado ha sido mejor de lo esperado, bonito y útil a partes iguales. Hemos pasado tiempo en familia, y hemos reciclado materiales usados. ¡Ahora no podríamos vivir sin nuestro pequeño cobertizo!
No puedo acabar esta publicación sin agradecer a mi hijo Antton por su paciencia y tenacidad. ¡Eres un artista!
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