Una de las peleas entre Javier y yo cuando trabajamos en la huerta es que yo no me pongo guantes. Al hilo de esto he leido un árticulo que me ha gustado, os lo ofrezco:
Las manos nos ofrecen infinidad de posibilidades , muchas veces ignoradas por los hábitos adquiridos o por el recurso fácil de la herramienta. En un huerto bien llevado y con la tierra mullida podemos sembrar o desherbar a mano desnuda, sin el auxilio de ninguna herramienta. Además está la cuestión de la "mano verde": se atribuye tener "mano verde" a quien por motivos diversos, parece ser capaz de hacer crecer las plantas y los cultivos mucho mejor, con más vigor o con menos problemas que otras personas.
Auque exista duda o escepticismo por parte de quienes rechazan la idea de la energía que emanan nuestras manos sin pararse a experimentar, las investigaciones y experimentos llevados a cabo en este sentido son significativos. El más concluyente es el realizado sembrando semillas de la misma variedad y procedencia deapués de permanecer durante media hora en las manos de diferentes personas. Las semillas sembradas que estuvieron en manos de personas que habitualmente se dedican a la sanación, germinaban con mñas rapidez, tenian más vigor y sufrian menos ataques de parásitos o enfermedades. Esto quizá tenga que ver con la electricidad y el biomagnetismo corporal que todos poseemo, o con algo más sutil todavía llamado amor. Algunas personas de forma innata disponen y despliegan tales capacidades y otras las consiguen gracias aprácticas de relajación, meditación o control mental. En conclosión, si podemos disponer y utilizar esta excelente herramienta ¿Por qué ignorarla?
En mi caso, no siento que yo aporte nada a la tierra que manipulo sino que es ella la que da a mi energía mientras la acaricio. Por eso me saldrán las lechugas tan chiquitinas , porque yo les he robado la energía de la tierra. Vaya!
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