En nuestra
casa, con dos hijos adolescentes de 16 y 19 años, siempre han pensado que su
madre estaba un poco “pirada” pues a lo largo del día hace miles de comentarios
como: “saludad al sol y agradecerle el día que nos ha regalado” habla con las
plantas y les pregunta que tal están, nos hace darnos abrazos comunitarios para
unir las energías de todos….. y para colmo practica yoga. Siempre anda con sus
respiraciones para todo: “ Te veo nervioso respira con calma 10 veces”.
Ellos
entre risas y chistes van haciendo algunas de las cosas que les propongo. Pero
este mes de septiembre cuando todos los de casa estábamos organizando cada uno
nuestro planing para éste curso, mi hijo mayor me propone que se quiere apuntar a hacer yoga
con nosotros. Después de los cachondeos, esta vez por mi parte, me comenta que
nos ve al aita y a mí tan motivados que a él también le apetece probar. Además,
en la carrera que está haciendo yo creo que también están aprendiendo todo esto
del crecimiento personal.
Llegó el mes
de octubre y ahí empezamos a practicar nuestro “yoga en familia”. Desde la
primera sesión está emocionado y muy motivado Él comenta que el yoga le ayuda a
ver las cosas con más calma y que en
esas reuniones universitarias que hacen semanalmente cuando ve chillar a unos y
a otros sin mucho sentido, piensa que en la “uni” sería interesante no meter
tantas asignaturas raras y organizar sesiones de práctica de yoga. De esta
manera llegarían mucho antes a los acuerdos deseados.
Con
esto lo que quiero comentaros es lo siguiente: Los hijos nos ven viejos,
carcas….. pero el yoga es más que una práctica semanal y unos ejercicios de
relajación. El yoga es una manera de vivir y también una manera de educar a los
hijos en el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la ilusión de que, hasta
en los días más oscuros también sale el sol y nos arropa. De de todo esto
siempre algo les queda, estoy segurísima.
Si ya es
complejo salir adelante en el día a día para una persona adulta, no es menos
complicado “sobrevivir” para un adolescente que desde todos los costados le
están exigiendo: estudios, familia, amigos ……. Es una época en la que se toman
decisiones muy importantes entre ellas a decir que NO en el momento adecuado y
antes de que sea demasiado tarde. Además su mismo cuerpo les relantiza la
capacidad de concentración ya que sus
hormonas estan muy alteradas y su mente
le da muchos mensajes contradictorios.
Así que me
parece una época muy bonita para parar y relajarse, parar para meditar, parar
porque me parece que me estoy excediendo…….. de esta manera conseguirá aplacar
a esa “mente-mono” que intenta volverle loco con miles de ideas a la vez.
0 comentarios:
Publicar un comentario