Una vez superada la fase de sofocos, malas leches y termostatos estropeados, estaba feliz pensando que después de un par de años esto de la menopausia se había terminado. ¡Agur 'regla', qué paz me has dado!
Pero poco a poco empiezo a notar que un día me duele aquí que otro día me duele allá. Mi fisio me dice que haga bici estática para la cadera, "¡vale!"
Ahora me empieza a doler la rodilla, y no son crecederas precisamente. Pero esto también, tal como vino se fue... Luego empiezo con una hinchazón en el empeine que no me permite dar mis tan queridos paseitos. Joder! que me ponga plantillas porque tengo los pies muy curvos...
Yo ya no contaba con esto...
Según pasa el tiempo estoy reflexionando y buscando intereses que no estén ligados directamente a la actividad física. Un nuevo aprendizaje para una nueva fase de mi vida.
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