Luna, nuestro perro labrador, leva casi cuatro meses en nuestra casa y las cosas han cambiado más de lo que y pensaba.
Es una enorme responsabilidad tener un perro en casa, porque necesita de unos cuidados, un aprendizaje, unos hábitos y un tiempo para dedicarle a él. Poco a poco estamos aprendiendo a convivir todos juntos y la verdad que Luna ni ns lo está poniendo muy difícil. Luna es un cachorro de 7 meses pero está aprendiendo muy bien las instrucciones que le vamos dando día a día aunque hace sus "malonerías" como buen cachorro que es.....
La convivencia cambia, te levantas por las mañanas, bajas las escaleras medio dormida y ahí está Luna saludándote con su cola de lado a lado. automáticamente surge la primera de las sonrisas del dia "egun on Luna". ¿No es un modo precioso de empezar el día?
Al largo del día van surgiendo episodios que te hacen jugar con él, acariciarle, abrazarle, correr, tirarte por los suelos.....esto no ocurría hace unos meses en nuestra casa. Al final una familia de adultos se convierte en una familia seria y correcta. Nos hacía mucha falta un txutxo para desmadrarnos!
Después de cenar no hay mayor placer que sentarte en el sofá con tu infusión acariciando a Luna en esas enormes patas que se le están creciendo día a día. Eskerrik asko Luna, ¡eres la alegría de nuestra casa!
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