ESCUCHA ACTIVA

En esta sociedad tan ajetreada, es muy difícil encontrarte con alguien que esté dispuesto a escucharte. O por lo contrario, ¿me siento capaz de escuchar a alguien de manera activa, que se sienta entendida y no juzgada?

No es tan fácil como parece. A todos nos ha ocurrido en más de alguna ocasión estar hablando con alguien con quien no empatizas por mil cosas: por como te mira, porque te contesta con algo que no viene a cuento, o simplemente porque te oye pero no te escucha.Le da igual lo que le estás diciendo.

A mi parecer en un valor que se está perdiendo pero que sin embargo es muy necesario para nuestra salud emocional. A veces te tocará ser receptor y en otras serás el emisor; a veces tendrás que escuchar lo que te digan pero otras necesitarás que te escuchen.

Pero como va esto de escuchar activamente?

- Tenemos que escuchar con todo el cuerpo, mirándole, en silencio. Si hiciese falta acariciándole una mano. En definitiva ayudando al emisor a soltar todo lo que lleva dentro.

- Interrumpiendo lo justo. Con frases cortas y siempre al hilo de la conversación.

- No juzgar lo que está diciendo ya que eso puede interceptar el flujo de la conversación y desviarse en críticas que no llevan a nada.

- Si se ve conveniente, ayudarle al emisor a que cuente como se siente, o como se sintió en aquel momento. Haciéndole preguntas sencillas de como se sentía en ese momento.

- Cuando el emisor haya terminado intentar entre ambos llegar a alguna conclusión, siempre sin juzgar ni valorar. Terminar con un apretón de manos, un abrazo o un intercambio de energías.

Esta práctica es muy grata tanto para el emisor como para el receptor. Y NO E TAN FÁCIL COMO PARECE!!