En los textos antiguos , karma se escribe como una palabra compuesta "karma-vipara" que signufica acción y resultado, o lo que llamaríamos causa-efecto.
Una buena manera de empezar a entender el karma es observando nuestros patrones de hábitos. Si practicamos el estar enfadados, el menor insulto dispará nuestra ira. Y cuando grabamos varias veces un mismo patrón se convierte en una respuesta habitual. Nuestros patrones repetidos del pensamiento y acción cambian realmente nuestro sistema nervioso. Cada vez que centramos nuestra atención y seguimos nuestras intenciones, nuestros nervios se activan, la sinapsis se conectan y esos patrones neurológicoa se refuerzan. Las nueronas crecen literalmente en esa dirección..
El proceso kármiko lo podríamos comparar con la imagen de sembrar una semilla en el inconsciente: de la intención brota la acción, de la acción surge el hábito. A partir del hábito se desarrolla el caracter; a partir del caracter se traza el destino.
Pero se puede trabajar para cambiar nuestros hábitos. A través del proceso de la atención plena, podemos desprogramar nuestro sistema nervioso. El origen de la transformación esta en nuestra intención. Podemos utilizar los pasos del reconocimiento, acepatación, investigación del sufrimiento y no identificación para crear un nuevo karma. A traves de la atención plena y la no identificación, podemos elegir una nueva intención
SÉ CONSCIENTE DE TU INTENCIÓN. LA INTENCIÓN ES LA SEMILLA QUE CREA EL FUTURO.
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