Como ya os he comentado en alguna otra ocasión, desde hace un año aproximadamente comenzó una etapa nueva en mi vida. Después de la crianza de mis hijos, que ahora ya mayorcitos y autónomos, empezó el cuidado de mi madre ya mayor y con sus consecuentes achaques.
Mi vida ha regido durante más de 25 años al CUIDADO de mis personas cercanas, quedando en un segundo plano tu propio tiempo y tu propio cuidado.
Después del fallecimiento de mi ama empecé a sentirme desorientada, salía de una reunión y automáticamente me entraba la prisa por ir a casa sin darme casi cuenta de que no tenía prisa, ya que por primera vez en mucho tiempo no me esperaba nadie. Poco a poco se me está yendo la manía de estar siempre pendiente del teléfono por si había ocurrido algo...
Con 56 años me siento afortunada por haber redescubierto el tiempo para mí, la libertad de no tener que dar explicaciones de a dónde voy ni cuándo voy a volver.
No cabe duda de que después de la muerte de la ama he vivido una época de duelo, de recordar, de pensar, de soñar... pero la tranquilidad que sentí desde el primer momento me ha sosegado todas las penas y tristezas.
Tiempo para mí y para mi chico, tiempo para mis hobbies, y tiempo para emprender nuevos proyectos, ¿por qué no? Así que poco a poco os iré contando cuales son mis pequeños planes y proyectos. ¡Un saludo!
Neri ere berdina gertatzen zait. Poliki poliki bizitza berrira egokitu behar det